Consejos de escritura: Poner nombre a tus personajes II

En el post anterior vimos algunos trucos para bautizar a nuestros personajes situados principalmente a un ámbito realista. Hoy vamos a explorar un poco los métodos para crear nombres de la nada, los clásicos nombres inventados.

Primer truco: Si es raro, mejor corto

Más que un truco, es una recomendación. Si vamos a inventarnos un nombre extraño, exótico y llamativo, mejor no hacerlo demasiado complicado. Al lector le gusta seguir su propio ritmo de lectura y no tener que pararse cada dos por tres a descifrar un nombre complicado. Haciendo eso lo que consigues es que ese nombre que tanto te has currado y que tan original te parece, nadie se moleste en leerlo bien. Un ejemplo sería el nombre del protagonista de «El nombre del viento», Kvothe. Un nombre complicado y llamativo, pero corto. Lo reconoces con un simple vistazo, y aunque la primera vez te resulta extraño, enseguida te haces a él. Ya que sacamos a Kvothe, es una buena idea que, si utilizas un nombre extraño, des información sobre su pronunciación lo más pronto posible (quien hubiese pensado si no que Kvothe se leía «Cuouz»).

Segundo truco: Componer no es solo de músicos

Las composiciones también sirven. Puedes tomar palabras que definan aquello o aquel que quieras nombrar y retorcerlas un poco para forjar algo nuevo. Un posible ejemplo sería el nombre de la ciudad que aparece en «El ciclo de la luna roja», Rocavarancolia. Solo leerlo ya te sugiere muchas cosas, desde muros de piedra y roca hasta una sensación de melancolía.

Tercer truco: Utiliza una canción

Este es de mis favoritos y suele darme buenos resultados. Es un ejercicio puramente mecánico y aleatorio, pero puede terminar ofreciendo combinaciones muy curiosas. El método es sencillo: elige una canción (puede ser en español, pero a mí me suele funcionar mejor con las que están en inglés), copia su letra en un archivo de texto y elimina todos los espacios en blanco. Ahora, de la cadena de texto caótica que has obtenido, selecciona pequeños fragmentos de texto al azar, aíslalos y forma pequeñas palabras con ellos. Te saldrán combinaciones curiosas, y si no te gustan, juega un poco con ellas. Añádeles vocales, cambia consonantes y comprueba el resultado.

Cuarto truco: Modifica nombres reales

Tan simple como eso. Coge un nombre común y cámbiale algunas letras, si pueden ser letras poco comunes, mejor. Por ejemplo, a Manuel lo podemos convertir en Mawuel o a María la podemos transformar en Karía. Los cambios pueden ser más o menos drásticos. Un ejemplo muy conocido es el nombre de las dos casas más conocidas de Canción de Hielo y Fuego, los Lannister y los Stark, una deformación de las familias  Lancaster y York de Inglaterra.

Quinto truco: Utiliza generadores automáticos

No sé si esto es un truco o una trampa, pero hay cosas bastante interesantes escondidas por internet. Busca algo como “generador de nombres automático” y ya verás lo que encuentras. A mí me gusta mucho este.

¿Conoces alguno más? ¿Tienes alguna anécdota interesante acerca del nombre de uno de tus personajes? Aquí puedes compartirlo.

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