Amy Brisamarina está buscando un tesoro. No uno cualquiera; el oro y las joyas no sirven para contentar a la Pirata Escarlata. Amy está buscando el mayor tesoro de toda su carrera, el mayor que pueda encontrar en toda su vida.
Después de escuchar las palabras de una misteriosa adivina, la capitana del Fénix del Alba pone rumbo hacia un destino incierto, más allá del arcoíris que franquea la entrada a un lejano fiordo.
Allí conoce al mago Tristán, un joven que ha dedicado toda su vida a una única empresa: abrir las puertas del Ayer y del Mañana.
Escrita con una prosa suave, siguiendo la estela de un cuento, seremos incapaces de detener la lectura hasta su final. Aunque una cosa es cierta: un Tesoro no se localiza si antes no se busca. Las aventuras no las vive quien no sale a por aventuras. El destino no llega por casualidad. La mayoría de veces hay que pasar por adversidades y dejar muchas lágrimas en el camino. Álvaro Escudero nos dejó una gran historia de magia y fantasía que se hizo todavía más poderosa con las maravillosas ilustraciones de Begoña Fumero. En verdad, una pequeña joya de palabras e imágenes, digna de estar en vuestra biblioteca personal.
Reseña de Crónicas Literarias