¡Hola! Soy Álvaro Escudero, escritor, y esta es mi web.
¡Bienvenidos!

Soy madrileño de nacimiento y un ciudadano más del mundo. Viajero por naturaleza, friki por diversión y escritor por vocación.
Aspiro a ser esa clase de personaje de cómic con doble identidad. Durante el día vivo una vida completamente normal: trabajo de programador, viajo en metro, ordeno mi casa y juego a videojuegos.
Pero por las noches, o en cualquier otro momento del día en el que encuentro un respiro, doy rienda suelta a esas vocecillas que me llenan la cabeza y me suplican que las deje formar parte de una hoja en blanco.
El bichito de la escritura me picó desde que era bien pequeño, aunque no fui consciente de ello hasta que cumplí los veinte. De niño, mis profesores se enfadaban mucho conmigo porque solía estar encerrado en mi mundo, siempre con pájaros en la cabeza pensando en mundos que aun no existían y en historias que todavía no se habían contado.
Me encantaba escribir historietas y cómics, aunque jamás he tenido talento para las artes gráficas. Dibujaba tebeos en verano, ya fuese en la playa o en el pueblo, con mi hermano pequeño siempre como único lector de mis obras. También en clase, con un amigo del colegio, dibujábamos auténticas aberraciones comiqueras donde los profesores de turno eran seres monstruosos y nosotros los héroes que salvábamos el día.
Cuando descubrí que el dibujo no era lo mío, pero que todavía dentro de mi cabeza tenía muchas cosas que contar, probé a enfrentarme con una hoja en blanco y comencé a escribir. Fue horrible, aquello era mucho más difícil de lo que creía. Intentaba parar y dejarlo, pero esos inocentes personajes que inventaba enseguida cobraban vida y me obligaban a continuar, a exigirme que contase sus historias y a amenazarme con atormentar mi mente para siempre si no les dejaba en libertad.
Poco a poco fui entablando amistad con ellos; pasaron a formar parte de mí y yo de ellos. Luego empezaron a llegar más y más, las historias se acumulaban en mi cabeza y yo me frustraba porque no encontraba ni el tiempo ni el lugar de dar forma a todas ellas.
Han pasado unos cuantos años ya de aquello. En este tiempo he acumulado un puñado de relatos, el primer libro de una trilogía (terminado pero sin terminar), y un buen montón de ideas. Mucho menos de lo que me habría gustado, la verdad. Los estudios, el trabajo y la procrastinación han limitado mucho mi producción literaria, pero esto no son más que las excusas de la pereza. Aquí estoy para tratar de compartir con quien quiera leerme todas esas historias que me rondan por la cabeza, y también para relatar mis aventuras y desventuras dentro del mundillo literario.
Espero que nos leamos durante mucho, mucho tiempo. ¡Un abrazo, amigos!